Poco a poco, los más de cincuenta alumnos nos fuimos encontrando ante el mostrador de Ryanair para hacer el check-in. Algunos estaban nervioso pero yo, más que nerviosa, estaba emocionada con viajar a un lugar donde no había estado antes: Italia. Además, era la primera vez que viajaba con casi toda mi clase y con casi todas mis amigos.
A las 12:45, prácticamente puntual, despegó el avión y tras una hora y media larga de vuelo, llegamos a Milán. Recogimos las maletas, subimos al autocar que nos estaba esperando y nos dirigimos a ver la ciudad de Milán directamente: íbamos a visitar muchas ciudades (en comparación con los días que íbamos a estar) y queríamos ver el máximo número de cosas de cada lugar, así que había que ponerse a caminar y a comportarse como un auténtico turista desde el primer momento. En casi todos los viajes que he hecho, el día de llegada al país ha sido como "un día perdido" o "una toma de contacto": estaba acostumbrada a llegar al lugar donde me alojaría, dejar la maleta, instalarme, etc. Pero aquí iba a ser diferente: casi todos los días íbamos a cambiar de hotel porque el viaje estaba programado al estilo de ruta por diferentes ciudades del Norte de Italia hasta Roma.
Como os decía, sobre las cuatro de la tarde comenzábamos a hacer turismo por el centro de Milán: visitamos la plaza de "El Duomo" donde nos hicimos varias fotos con la catedral de fondo, y también entramos a ver la iglesia por dentro aunque, en mi opinión, la mayoría de las catedrales que vimos en Italia, me llamaron más la atención por su arquitectura y estructura externa que por el interior.
Il Duomo es una catedral gótica cuya fachada de estilo neogótico fue pintada por Carlo Pellicani, elegido por Napoleón Bonaparte cuando éste ostentaba el título de rey de Italia.
También aprovechamos para dar una vuelta y pasear por las Galerías Vittorio Emanuele donde encontramos a casi todas las boutiques de importantes firmas como Prada y Louis Vuitton, entre otras y elegantes restaurantes -aunque he de decir que nos llevó un tiempo darnos cuenta de que también había un McDonalds justo en el centro de las galerías. El McDonalds estaba decorado de forma diferente a los McDonalds que había visto hasta el momento, era mucho más chic (como todas las tiendas que hay en las Galerías Vittorio Emanuele).
Pero las tiendas, en sí, no es lo que más destacaría de las galerías sino el suelo, las paredes y la enorme cúpula de cristal que deja entrar la luz natural. Debajo de la gran cúpula central de cristal hay un mosaico de un toro donde se dice que hay que dar tres vueltas andando sobre los talones de los pies para volver a Milán. -algo que me llamó mucho la atención de casi todas las ciudades italianas que visitamos es que en la gran mayoría hay algún monumento donde hay que hacer o tocar algo para tener buena suerte, regresar a esa ciudad, etc. Al principio, pensé que en Italia había mucha superstición pero ya no sé si es superstición o una atracción turística más. Puede que de todo un poco-.
Después de visitar las galerías, salimos por la puerta del final y llegamos a Piazza della Scala: una plaza cuadrada que en medio tiene una estatua de piedra en honor a Leonardo Da Vinci.
Como no, también nos sobró tiempo para pasear por las calles y alrededores de la Piazza Il Duomo y la fortaleza de Milán.
Al anochecer, el autocar nos llevó al Hotel Ventolosa donde cenaríamos y pasaríamos nuestra única noche en Milán antes de partir hacia Sirmione, Verona y Venecia.
Sin duda, me habían dicho que Milán era una ciudad industrial pero me la imaginaba diferente. Más que industrial, yo la calificaría como una ciudad moderna y cómoda para ir de compras. Pero para hacer turismo, desde mi opinión, no tiene mucho que ofertar dado lo más característico, por eso, un par de días para visitar Milán creo que son más que suficientes.
Calles de Milán |
Interior de Il Duomo de Milán |
Entrada principal a las Galerías Vittor Emanuele |
Pasaje de las Galerías Víctor Manuel |
Centro de las Galerías Víctor Manuel |
Fotografías tomadas en las galerías de Milán |
Piazza della Scala - Estatua a Leonardo Da Vinci |
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De Viaje Por Ahí - Milanés por 3 días
Hola!! Yo he estado en el puente de diciembre en Milán e iba con la idea de que me gustaría menos. Para mí lo mejor del Duomo es subir a la cubierta, toda una experiencia. Un primer día muy bien aprovechado, me encanta Italia. Tus fotos muy chulas, a mí me tocó un día muy gris, ese cielo azul se agradece mucho :)
ResponderEliminar¡Hola! La verdad es que tuvimos un tiempo maravilloso, a excepción del penúltimo día que salió nublado. Pero al menos no llovió ningún día (odio hacer turismo bajo el paraguas jejeje).
EliminarSaludos :)
A mí los viajes en ruta son los que más me gustan. Te permiten descubrir distintos lugares y llevarte una idea más amplia del país...
ResponderEliminarYo en Milán estuve también de viaje de estudios pero sólo nos dio tiempo a ver la Catedral y sólo por fuera. Como a ti, me dio la sensación de ser una ciudad moderna y muy centrada en la moda. Algún día haré una escapadita a Bérgamo.
Un saludo ;)
Por supuesto, Helena, los viajes en ruta tienen la ventaja de que puedes visitar varios lugares aunque si no dispones de mucho tiempo para estar en cada sitio -como era mi caso- puedes quedarte con las ganas de ver muchísimas cosas.
EliminarUn saludo :)
Veo que os faltó casi la atracción turística principal de Milán: La última cena de Da Vinci que se encuentra en la iglesia Santa Maria delle Grazie. Yo no la visité porque hay que coger las entradas con muchísima antelación. Nosotros preparamos el viaje con 1 mes de antelación y ya no quedaban entradas... Otra vez será!
ResponderEliminarSaludos
¡Cierto! Fue una pena pero -como le decía a Helena en el comentario anterior- no disponíamos de mucho tiempo para estar en cada ciudad así que tuvimos que dejarnos varias cosas por ver. Eso sí, espero volver algún día :)
EliminarSaludos.
He dejado un comentario y ahora no aparece :-(
ResponderEliminarDecía que os quedó ver La última cena de Da Vinci que está en la iglesia de Santa Maria delle Grazie, lo que pasa es que hay que coger las entradas con mucha antelación. Nosotros no encontramos entradas y eso que preparamos el viaje con un mes de antelación.
Saludos
Cuando nosotros estuvimos de fin de curso en Italia no nos llevaron a Milán, y la verdad, tampoco me apenó demasiado porque, como dices, es una ciudad que es mayoritariamente para ir de compras (exceptuando el impresionante Duomo, claro).
ResponderEliminarUn saludo!
Enhorabuena por tu página. Me has ayudado mucho con mi próximo viaje a Milán.
ResponderEliminarTe dejo mi blog por si te puedo ayudar en algo
http://lamaletitadelosviajes.blogspot.com.es/
Elena
Que suerte y que buen dia por diós. Yo sólo estube 2 días e hizo muy mal tiempo, la verdad es que me quedé con ganas de subir a la cubierta. Tendré que volver ;) (hay que ahorrar primero)
ResponderEliminarMuchas gracias por la información y muy bonitas las fotos (me han dado un poco de envidia)
Yo en Milán estuve también de viaje de estudios pero sólo nos dio tiempo a ver la Catedral y sólo por fuera. Como a ti, me dio la sensación de ser una ciudad moderna y muy centrada en la moda. Algún día haré una escapadita a Bérgamo.
ResponderEliminarUn saludo ;)