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Diario de viaje: Atardecer en París. París (parte 6) - Francia

Después de dejar Ile de la Cité, volvimos a coger el barquito que nos llevaba por el Sena. Lo que íbamos buscando era la librería Shakespeare and Company, pero nos habíamos dejado la dirección apuntada en el apartamento, por lo que íbamos un poco a la aventura.
Optamos por bajar en la última parada del barco, la del Jardín Botánico, porque nos sonaba que estaba por allí, pero por ese barrio apenas había gente, así que preguntar a alguien por el paradero de la librería fue un auténtico reto.

Al final, dimos con dos estudiantes de intercambio que salían de la universidad. No tenían ni idea de dónde estaba el sitio, pero uno de ellos, muy amablemente, lo buscó en su móvil y nos ayudó a hubicarnos en el mapa; por lo que pudimos llegar sin problemas. Y sí, nos dimos cuenta que habíamos cogido el batobus en balde, porque se encuentra justamente al lado de Notre Dame.

Shakespeare and Company' bookstore es una librería inglesa en pleno centro de París. Hay libros de todo tipo, antiguos, de segunda mano, nuevas publicaciones... Todos ellos en inglés. De hecho, fue uno de los lugares frecuentados por autores de la Generación Perdida durante sus visitas a la capital francesa. Para mí, un auténtico paraíso en el que estoy segura de que me pasaría horas y horas si estuviera en mi ciudad. 
Además, se acoge a un pequeño número de jóvenes y estudiantes viajeros que deseen alojarse allí durante un tiempo, a cambio de trabajar y ayudar en la librería.





Tras merodear un poco por la librería y disfrutar de la actuación de un músico callejero que cantaba de maravilla a las puertas de Shakespeare and Company, fuimos a ver el Panteón de París; de camino, pasamos por la prestigiosa Université la Sorbonne.
 



El Panteón lo estaban rehabilitando en ese momento, por lo que únicamente nos conformamos con una visita rápida desde el exterior. Al situarse tan cerca de la universidad, el ambiente estudiantil de esa zona nos hizo acordarnos de nuestra rutina en Valencia.



A partir de este momento, el sol comenzó a bajar así que decidimos volver a coger el batobus para ver el Arco de Triunfo y el juego de luces del anochecer de la Torre Eiffel.
Sin duda, creo que el atardecer en París junto a las orillas del Sena es una de las puestas de sol que todo el mundo tiene que disfrutar al menos una vez en su vida.




Bajamos en la parada que se encuentra junto a Pont Alexandre III, construido a finales del siglo XIX, y que une los Inválidos con le Grand Palais y le Petit Palais. De paso, aprovechamos para disfrutar del ambiente comercial de l'Avenue des Champs Elysees.





Finalmente, llegamos a l'Arc de Triomphe, construido bajo las órdenes de Napoleón para conmemorar la victoria de las tropas francesas en la batalla de Austerlitz.



Sin embargo, nuestro segundo día en París no podía terminar sin ver el juego de luces de la Torre Eiffel al anochecer. Lo vimos desde uno de los puentes del Sena, mientras en mi cabeza no dejaba de sonar la música de La vie en rose.





Después del juego de luces, cogimos el último batobus del día y repetimos todo el trayecto para ver los monumentos de orillas del Sena iluminados. Llegamos bastante tarde a casa ese día y algo cansadas, dispuestas a recargar pilas para el día siguiente.



Diario de viaje: Ile de la Cité. París (parte 5) - Francia

Son pocas las personas que si no han viajado a París no saben que el Sena hace una isla en pleno corazón de la capital francesa. Esta es Ile de la Cité y en ella se encuentra, entre muchos otros, el monumento más famoso de la ciudad —siempre que no tengamos en cuenta la Torre Eiffel, claro— y con esto me refiero a la impresionante catedral de Notre Dame.





La catedral está dedicada a la madre de Jesucristo, de ahí su nombre Notre Dame (en español Nuestra Señora). El edificio es de estilo gótico y uno de los elementos que más llaman la atención son sus enormes rosetones y, como no, las gárgolas que se pueden ver en lo alto de su fachada.
Me hubiera gustado visitar la iglesia por dentro y subir a las torres para ver las gárgolas, pero las colas de turistas eran inmensas, así que por motivos de tiempo tuvimos que dejarla para otra ocasión; por lo que espero poder volver a París en un futuro para poder tacharlo de la lista de cosas pendientes.

Como ya se había hecho la hora de comer, optamos por ir a un restaurante típico francés. Probamos la quiche lorraine, de jamón y queso; aunque se nos olvidó hacer foto.

El segundo lugar que visitamos en la isla parisina fue La Conciergerie, el palacio de Ile de la Cité. Tampoco tuvimos ocasión de hacer una visita turística por su interior debido al tiempo, pero aprovechamos para ver su exterior.

El mercado de las flores es otro de los lugares más conocidos de la isla. Un gran número de casetas y tiendecitas que venden plantas, flores y artilugios de decoración o para el cuidado de estas se agrupan en esta zona. Eso sí, no apto para alérgicos al polen.






Finalmente, nos despedimos de la Ile de la Cité y continuamos nuestra visita por las orillas del Sena con el batobus.





Diario de viaje: Le pont des Arts. París (parte 4) - Francia


Siguiendo con el viaje a París, finalmente, encontramos el famoso puente que queríamos visitar y del que os hablé al final de la entrada anterior.

Le pont des Arts es el primer puente de estructura metálica que se construyó en París, por lo que recuerda bastante al estilo de la Torre Eiffel, aunque este fuese construido algunos años antes.
Tanto las vistas del Sena como de las dos orillas son únicas desde este puente, ya que desde hace unos años se ha vuelto uno de los lugares más románticos de París: muchas parejas de enamorados ponen candados con sus nombres o iniciales en la barandilla para luego sellar su amor tirando las llaves de este al río Sena y que imita la ya tradición del puente Milvio en Roma.

Como ya os adelanté, son varios los puentes que cruzan el Sena los que están repletos de candados, aunque, por lo que vimos, no tanto como el Puente de las Artes. Por este motivo, se conoce también bajo el nombre de Puente del amor, Puente de los candados o Puente de los enamorados.







Por esta zona, pero siempre en las orillas del Sena y antes de pasar por le Pont des Arts, también se pueden ver muchos puestecitos callejeros de arte, libros y otras antigüedades (aunque ahora también venden algún que otro típico souvenir). Sin duda, pasear por aquí me recordó a la película Midnight in Paris de Woody Allen.





Muy cerca del Pont des Arts también se encuentra el Collège des Quatre-Nations, formado por la fusión de las cinco academias y unido al museo del Louvre por este puente.




Diario de viaje: Batobus por el Sena. París (parte 3) - Francia

Después de visitar la Torre Eiffel y pasear por Champ-de-Mars, fuimos hacia las orillas del Sena ya que teníamos planeado sacar el ticket para subir en alguno de los barcos turísticos.
Tras preguntar y coger información de algunos sitios, al final nos decidimos por coger el de la compañía Batobus París, ya que hacían descuento para estudiantes internacionales y tanto el horario de servicio como la ruta nos convenció.
Sacamos la trajeta para un día y así coger el barquito todas las veces que quisiéramos durante ese día e ir bajando y subiendo según la zona que quisiéramos ver. La verdad, fue todo un acierto y aprovechamos muchísimo los diez euros que pagamos.




La primera parada que hicimos fue la que se corresponde con le Musée d'Orsay y que, si no recuerdo mal, lleva el mismo nombre que este museo. No entramos, porque las colas eran inmensas y ya en la planificación tuvimos que elegir entre visitar el museo del Louvre o el de Orsay, pero bajamos ahí para dar una vuelta por los alrededores. Eso sí, queda pendiente para mi próxima visita.






Mirando la guía de viajes, nos dimos cuenta de que no muy lejos de allí está el Pont des Arts, aunque ha sido rebautizado como el puente del amor, ya que son miles las parejas de enamorados que sellan su amor poniendo el ya famoso candado y tirando las llaves que lo abren al río, deseando que su amor dure para siempre.
Al principio, nos llevamos un poco de desilusión, porque fuimos al puente mas cercano de la zona y, aunque también tenía candados, no era en absoluto como nos habíamos imaginado. Al final, tras leer la guía de viaje, nos dimos cuenta de que el famoso puente que en realidad buscábamos estaba a unos minutos de allí y que se correspondía con la próxima parada de le bateau: Saint-Germain-des-Prés.