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Fotografías I: Mis favoritas

Además de viajar y escribir, otra de las cosas que más me gusta hacer es tomar fotografías.
En mi caso, se trata de una afición que se ha acentuado con cada viaje que he hecho, hasta tal punto que no concibo salir del hotel sin mi cámara de fotos. De forma que, si por algún motivo me quedo sin batería, siempre intento tener el móvil a mano para inmortalizar cualquier cosa que me llame la atención o me guste.
Por eso, he decidido crear un espacio especial para las fotografías de mis viajes. Pues, aunque cada una de las entradas que publico suele contar con varias imágenes, me ha parecido una buena idea agruparlas por temática o "secciones".
Algunas veces, las fotografías de esta sección las podréis encontrar ya publicadas en alguna de las entradas de este blog, pero en la mayoría de los cosos intentaré que sean nuevas.

¿Qué mejor forma para empezar este nuevo proyecto que publicando mis fotografías favoritas hasta el momento?


Florencia, Italia.

Roma, Italia.

Oporto, Portugal.

Oporto, Portugal.

Florencia, Italia.

Visingsö, Suecia.

Gygeryd, Suecia.

Viena, Austria.



Viena, Austria.

Oxford, Inglaterra.

Londres, Inglaterra.

Cracovia, Polonia.

Varsovia, Polonia.




¿Con qué fotografía os quedáis vosotros?

Chelo Caballero

Diario de viaje: Viena (parte 3) - Austria

Para ser el primer día de turismo por Viena, ya había visto un montón de monumentos preciosos —¡Y eso que todavía no había visto dos de los tres palacios más famosos de Viena!—. 
Como nuestros pies aún no se resentían, y fieles a nuestro lema de aprovechar el tiempo al máximo, decidimos volver otra vez al centro de Viena en metro para ver la ópera. 




Aunque no entramos, el edificio de la Ópera de Viena es impresionante (así que no quiero ni imaginar cómo será por dentro), por mucho que en su momento fuera criticado por los vieneses.
Las entradas para ver el espectáculo, como podréis imaginar, no se caracterizan por sus bajos precios; pero la última noche de mi estancia en esta ciudad, una amiga de Mireia, le dijo que había conseguido dos entradas por menos de diez euros para asistir esa noche. Y es que cuando se va a acercando la hora de la función y todavía quedan muchas entradas por venderse, los precios de las entradas descienden; de forma que se vuelven accesibles para la mayoría de los bolsillos. ¡Lástima no haberme enterado de esto antes!







No muy lejos de Wiener Staatsoper, se encuentra Karlskirche (o iglesia de San Carlos Borromeo).
Esta preciosa iglesia barroca fue alzada en honor al arzobispo de Milán por sus esfuerzos por combatir la epidemia de peste negra que tanto afectó a ambos países.






Pasando el templo, seguimos en dirección al Stadtpark, uno de los jardines más famosos de Viena.
En el camino, hice varias fotografías, sobre todo de las anchas avenidas: había salido el sol, así que nada mejor que aprovechar la luz natural en las fotos.
También pasamos por la estatua del soldado ruso, erguida en conmemoración a las tropas rusas que liberaron la ciudad de Viena de los alemanes en la II Guerra Mundial.







Poco después, llegamos al Stadtpark, un lugar precioso que, para ser un parque, me pareció enorme. Encima, tiene un río que divide el parque en dos y crea algún que otro lago natural; cosa que todavía le da un aire más encantador.
Además de ser una zona totalmente recomendable para pasear, el Stadtpark es famoso por la estatua de bronce Johann Strauss. Como vimos que un enorme grupo de turistas nipones se dirigían al monumento, Mireia cogió mi cámara y me dijo: «¡Ahora!» Así que me  sacó una foto en el momento idóneo, pues solo había una pareja de turistas junto a la estatua.

Al salir del parque, como todavía era un poco pronto para ir a cenar, decidimos ir al famoso Hotel Sacher de Viena. Pero antes pasamos por el Musikverein, donde tiene lugar el tradicional concierto de Año Nuevo.
Para ser sincera, no dudo que en su interior albergue salas preciosas, pero su exterior no es que captara mi atención en exceso. Y es que, con todos los edificios tan señoriales que puedes encontrar en esta ciudad, pasa un tanto desapercibido.



Diario de viaje: Viena (parte 2) - Austria

Tras ver el Hoh Mkt, Mireia y yo fuimos hacia Schweden platz. Por el camino, entramos a una tienda de productos Manner. ¿Su producto estrella? Galletas de barquillo y chocolate. Debo de dcir que estaban buenísimas. De hecho, me gustaron tanto que el último día compré varias cajitas en un supermercado para traérmelas de vuelta a casa. Aunque, para mi sorpresa, cuando mi madre las probó, me dijo que esas eran las famosas barritas de turrón Viena (de las que yo había oído hablar pero nunca había probado). 







Una vez llegamos a la Schwedenplatz, cogimos el metro para ir hacia la universidad de Viena. Debo reconocer que, si yo ya estaba emocionada por ir a la universidad en Valencia, pasearme por la universidad de Viena aplastó todas mis expectativas: tanto el edificio como el campus es precioso, nada que ver con el urbano edificio de mi universidad.
Como para ellos todavía hacía un tiempo agradable -a pesar de que estaríamos a unos 10º-, en el jardín del campus habían instalado algunas hamacas para disfrutar del "buen tiempo" en los descansos.




A pocos metros de la zona universitaria, se encuentra la Votivkirche, una iglesia mandada construir por el emperador Francisco José I como ofrenda a Dios por haberse salvado de un ataque que podría haberle costado la vida.
El edificio en sí, tiene su encanto -¿qué voy a decir si me encanta de la arquitectura gótica?-, pero la Iglesia estaba siendo restaurada y no se les ocurrió otra idea que plantarle un trozo de tela enorme con un spot publicitario para que cubriera toda la fachada principal -creedme, si lo hubiérais visto, me agradeceríais que haya subido al blog una foto de la iglesia donde apenas puede verse el enorme anuncio publicitario-.






Como ya se acercaba la hora de comer, fuimos a un restaurante. ¿El menú? Una especie de sopa con trozos de verdura y un filete de Schnitzel acompañado de ensalada de patata hervida con salsa de mostaza. Este filete no es otra cosa que carne empanada, pero se ha hecho tan famoso que se ha convertido en todo un referente en la comida austriaca. Eso sí, imagino que su enorme tamaño tendrá algo que ver...
Lo cierto es que hicimos bien en decidir ir a comer en ese momento, porque diez minutos más tarde comenzó a llover.





Cuando terminamos de comer, fuimos a visitar el Burgtheater. El teatro del pueblo es, como casi todos los edificios del centro de Viena, impresionante. Pero cuál fue mi sorpresa cuando, tras hacerle una foto, Mireia me dijo: «ahora, gírate.» Y me encontré con el enorme ayuntamiento de la ciudad (*.*)


Ayuntamiento de Viena


Al lado del ayuntamiento, se encuentra el Volksgarten que une el ayuntamiento con los edificios del parlamento y, como la lluvia nos había dado una tregua, aprovechamos para pasear por los jardines.
En las puertas del parlamento, se encuentra la famosa estatua de la diosa griega Atenea.

Fuente del Volksgarten



Por lo que parece, fui a Viena en la época en la que decidieron colgar enormes carteles sobre un gran número de sus monumentos emblemáticos: un anuncio de ropa sobre una iglesia, una pancarta de algo así como la campus party austriaca, propaganda política sobre las próximas elecciones en el parlamento... Esto me molestó un poco porque ya que iba me hubiera gustado ver los monumentos sin carteles, pero bueno, al fin y al cabo me llevo un buen recuerdo de Viena que eso es lo que al final vale la pena, ¿no? ;)


Foto del parlamento




Diario de viaje: Morella (parte 1) - España

Hace ya unos meses estuve pasando el día en Morella.
Morella es una ciudad de ambiente medieval situada al norte de Castellón a la que tenía muchas ganas de ir y, por eso, decidí darme un pequeño descanso en uno de los días de estudio de Semana Santa para visitarla.
Salimos temprano de Valencia para poder aprovechar el día al máximo y así, en unas dos horas, ya estaba allí, muerta de frío pero dispuesta a disfrutar de la ciudad. 


Castillo y ciudad de Morella

Si tuviera que decir tres cosas que caracterizan a Morella, sin duda diría su castillo, las típicas mantas morellanas y el frío. Ésta última cosa ya la había comprobado pues el mercurio había descencidido unos 10ºC con respecto a la ciudad de Valencia y nos vimos obligados a sacar los chaquetones del coche. En cuanto a las dos primeras, decidimos dejar la subida al castillo para después de comer, esperando que hubiera menos turistas, así que pasamos la mañana paseando por el casco antiguo de la ciudad que, como era Semana Santa, estaba en fiestas. 
 

Fotos de las murallas de Morella

Vistas desde las murallas de la ciudad


 Pasear por las calles de Morella era como haberme transportado a Siena. Vale, puede que Morella no tenga la impactante Piazza del Campo pero el ambiente de las callecitas, las constantes subidas y bajadas de las mismas y las tiendecitas con productos típicos, me recordaron mucho esa ciudad italiana.





El frío que hace en Morella durante casi todo el año ha hecho que Morella sea conocida también por sus mantas que, desde hace tiempo,  se han convertido en un producto característico de esta ciudad.

Atlas no quiso perderse esta pequeña escapada y me acompañó a visitar la ciudad




 He decidido dividir mi visita a Morella en dos entradas. En la segunda parte, escribiré sobre mi visita al castillo, la atracción turística por excelencia de Morella. 



Mientras tanto, puedes ver el vídeo que grabé en Morella para conocer más sobre esta ciudad.




 


Diario de viaje: Navajas y Segorbe - España

Ayer estuve visitando Navajas y Segorbe.
Cuando era pequeña, solía ir muy a menudo a pasar el día hacia la zona de Segorbe, pero desde hace unos años, por culpa de los estudios y del poco tiempo libre que estos me dejaban, perdí esa buena costumbre.
Sin embargo, nunca es tarde para retomar estas excursiones, así que ayer estuve visitando este municipio.
En un principio, nuestro destino en mente era pasar el día en Segorbe, pero al final decidimos pasar la mitad de la mañana en Navajas, visitando la famosa cascada conocida como El salto de la novia. Debo de reconocer que no conocía la leyenda, pero me ha parecido bastante curiosa. Así que aprovecho para contárosla:

 “Hace de esto muchos años, cuando dos novios iban a contraer matrimonio tenían que someterse a una curiosa ceremonia para demostrar ante todos su fertilidad. Para ello, cierto tiempo antes del matrimonio debían ir a donde más se estrecha el río y allí, ante todos, la novia debía de cruzar de un salto a la orilla opuesta: si lo conseguía sin percance, era símbolo de fertilidad y amor para el futuro matrimonio y demostraba con ello que quería fielmente a su novio; más si no lograba saltar a la otra orilla, el matrimonio se consideraba irrealizable o desgraciado, de forma que convencidos de ello, los novios rompían su compromiso. 
Cierto día dos jóvenes novios bajaron radiantes de alegría a demostrar ante todos que se amaban. Como cada vez, la gente esperaba el salto con impaciencia; por fin la novia se dispuso a saltar, pero después de tomar impulso, perdió el equilibrio y cayó al río con tan mala fortuna que se vio envuelta en un potente remolino que allí había y la llevaba a una muerte segura. Al ver el cuerpo sin vida de su amada, el novio, en un momento de locura, se sacó el corazón y lo arrojó al río para que viviera eternamente con el de su amada; pero al caer, el corazón del muchacho se convirtió en una roca y la sangre que brotaba del cuerpo inerte del novio formó al lado una pequeña cascada de agua que al caer golpea y hace sonar el pétreo corazón. De esta manera, su amada lo escucha y sabe que el corazón de él late de amor eterno por ella.
Cuentan que en las noches de luna, por el valle se escuchan sus voces y lamentos. La cascada llora su pérdida y el río se convierte en el manto blanco y puro de la novia, que acoge tiernamente a su amado convertido en piedra”.

 





Hacia mediodía, fuimos a Segorbe, donde estuvimos paseando por La Fuente de los 50 caños. La fuente, la cual está provista de agua del río Palancia, está decorada con los cincuenta escudos de cada provincia española.
Un poco más tarde, fuimos a comer al restaurante que se encuentra en esa zona del paraje. 






Document your life: summer 2013

Yo también me he unido a la moda de los vídeos Document your life. No es algo que tenga pensado grabar muy a menudo, pero me ha parecido un buen título para hacer un video-resumen de los mejores momentos de este verano.



Chelo Caballero

Diario de viaje: Denia - España

Como ya os dije en una de mis anteriores entradas, me he propuesto publicar también sobre los lugares de la Comunidad Valenciana que he visitado en los últimos años.
Así que hoy, le toca el turno a Denia.

Denia es una ciudad que se encuentra en la provincia de Alicante, cerca de las localidades de Jávea y Gandía.
En sus orígenes, esta ciudad era un pueblo pesquero a orillas del mar. Prueba de ello, todavía hoy conserva parte de estos edificios y es precisamente esta parte de la ciudad la que más me gusta. Me atrevería a decir que es también la más turística ya que los bares y restaurantes de la zona suelen sacar terrazas a la calle para que sus clientes disfruten de las noches de verano.








Lo bueno de Denia es que se encuentra delimitada por el Montgó y el mar Mediterráneo, de esta forma, es fácil encontrar diferentes actividades que hacer en la zona. 





Además, en la ciudad también se haya un refugio de la Guerra Civil que actualmente han aprovechado para conectar las dos partes de la montaña del castillo.




Aunque, sin duda, con lo que me quedo de Denia es con su playa. El atardecer en la playa de l'Almadrava son preciosos y, para que lo comprobéis, aquí os dejo dos fotos que tomé este verano -ambas imágenes son sin filtros.



Chelo Caballero