Blog de viajes e idiomas. Culturas, intercambios lingüísticos, turismo, aprendizaje de idiomas, blogger.. Con la tecnología de Blogger.
Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas

Cuatro horas en Fuenterrabía


Conociéndome, cualquier persona diría que para mí cualquier excusa es buena para viajar. Y sí, es cierto. En plena temporada de exámenes, cuando apenas me quedaba tiempo para respirar, Sergio me propuso hacer un viaje a Francia. En un principio, el pretesto de pasar unos días en Burdeos era visitar a uno de sus amigos que estaba allí estudiando, pero lo cierto es que al final no solo visitamos esta ciudad francesa, sino que también aprovechamos el viaje para hacer algunas paradas y visitar dos ciudades fronterizas. Así fue como acabamos en Fuenterrabía, una ciudad con encanto situada en Guipúzcoa. 

Apenas pasaríamos unas horas visitando la ciudad, pero queríamos aprovecharlas al máximo. Tanto fue así que, en cuanto bajamos del avión, nos pusimos rumbo al centro de la ciudad, ¡aunque solo eran las siete de la mañana! Como era de esperar, nos encontramos con que todos los locales estaban cerrados, por lo que pudimos disfrutar de una inmensa tranquilidad. Deambular por las calles adoquinadas del Casco Viejo y la muralla medieval a esas horas de la mañana fue todo un lujo. Además, el frío del norte nos vino muy bien para despejarnos del madrugón.





Cuando la oficina de turismo abrió, consultamos cómo cruzar la frontera. Allí nos aconsejaron coger una barca que cruza la frontera natural que separa las ciudades de Fuenterrabía y Hendaya por un módico precio. Y eso fue lo que hicimos, no sin antes dar una vuelta por el barrio de la Marina, que se caracteriza por sus bares y restaurantes decorados con el típico estilo vascuence.






10 lugares que visitar en Barcelona


Barcelona había sido mi destino pendiente hasta hace poco más de dos años, cuando por fin tuve la oportunidad de visitarla. Desde entonces, he ido varias veces a la Ciudad Condal, por lo que me he animado a hacer una entrada de los lugares que todo turista tiene que visitar. Quizás próximamente escriba sobre otra selección de lugares más singulares y desconocidos para turistas, pero es evidente que nadie puede irse de Barcelona sin haber visitado:


El Tibidabo
Empiezo esta lista con uno de mis lugares favoritos de Barcelona: el Tibidabo. Desde aquí, las vistas de la Ciudad Condal son espectaculares y, aunque la subida puede ser algo empinada, vale la pena llegar hasta la cima de la montaña y visitar el templo del Sagrado Corazón y el parque de atracciones más antiguo de España. En mi caso, no tuve la oportunidad de visitarlo hasta mi tercera visita a la Ciudad Condal pero, automáticamente, se quedó en mi lista de los lugares más maravillosos de Barcelona.

El paseo de Gracia
El paseo de Gracia es una de las calles más visitadas por los turistas. Se trata de una zona que fusiona el ambiente comercial con las atracciones turísticas pues es precisamente aquí donde encontraremos varios edificios modernistas, entre los que destacan la Pedrera o Casa Milà y las casas del llamado Quadrat d’or.

El Nacional
Precisamente en el paseo de Gracia, encontramos también otro de mis lugares favoritos: el Nacional (Passeig de Gràcia, 24). Se trata de un mercado totalmente reformado y convertido en un elegante restaurante en el que podrás disfrutar de varios tipos de espacios y ofertas gastronómicas. Vale la pena entrar, aunque sea para echar un vistazo a la decoración.

El Montjuïc
La montaña de Montjuïc es otra de las montañas que rodea la ciudad de Barcelona. Aunque, como bien he dicho, mi favorita es el Tibidabo, desde la montaña de Montjuïc también se puede disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad y el mar. Sin embargo, yo recomendaría contemplar el Montjuïc desde el centro comercial las Arenas, desde cuyo mirador se puede disfrutar de las vistas a la plaza España, las torres de la avenida María Cristina y el palacio del Montjuïc de fondo.

La catedral
Otra de las cosas que más me gusta hacer cuando viajo es pasear sin rumbo por las calles del casco histórico. En Barcelona, pasear por las angostas calles medievales del Barrio Gótico es una tarea obligada. Además, en esta zona encontraréis la catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia, cuyo interior se puede visitar.

El palacio de la Música Catalana
No es ninguna novedad decir que Barcelona es la cuna del modernismo. Prueba de ello es el palacio de la Música Catalana, obra de Domènech i Montaner. El interior es precioso, por lo que no dudéis en entrar si tenéis oportunidad. Sin embargo, la fachada del edificio tampoco tiene nada que envidiar, así que sigue siendo un lugar imprescindible que visitar durante nuestra visita a Barcelona.

La Sagrada Familia
Poca explicación necesita este maravilloso monumento que se encuentra recomendado en todas las guías de viajes y que se ha convertido en todo un icono de Barcelona. La iglesia de la Sagrada Familia es la obra más famosa de Gaudí, así que no podría faltar en esta lista. Aunque, su construcción se inició en 1882, todavía no está terminada: Gaudí murió antes de finalizar las labores de construcción, por lo que diversos arquitectos han continuado las labores de construcción tratando de seguir la idea original de Gaudí.

El parque Güell
Junto con la iglesia de la Sagrada Familia, el Parque Güell es otro de los lugares más visitados por los turistas. Este lugar entra sin lugar a dudas entre mis favoritos, pues combina coloridos diseños arquitectónicos con unas maravillosas vistas de la ciudad. Se encuentra un tanto apartado del centro de la ciudad, por lo que recomendaría acceder en transporte público o en coche de alquiler. Eso sí, visita obligada para todo aquel que quiera impregnarse de la arquitectura modernista.

Monumento a Colón
El monumento a Colón, como su nombre indica, es un monumento dedicado al descubridor de América que alberga un pequeño mirador. Al encontrarse cerca del mar, recomendaría visitarlo al atardecer, pues podremos tomar fotografías con un cielo increíble.

El parque de la Ciudadela
El último, aunque no el menos importante, es el parque de la Ciudadela, que se encuentra próximo al Arco de Triunfo. Es uno de mis lugares favoritos para pasear y desconectar del bullicio de la ciudad. Su lugar más característico es una preciosa cascada compuesta por un enorme conjunto monumental en piedra y esculturas doradas. Además de la cascada, el parque cuenta con amplias zonas ajardinadas, arboledas, monumentos, un invernadero y el museo de Zoología de Barcelona. 

Fin de semana de los Amantes en Teruel

El fin de semana de los Amantes es la fiesta más conocida y celebrada en Teruel. 

Cuando estuve hace ya unos tres años, me fascinó tanto la leyenda de los Amantes que me prometí a mí misma visitar la ciudad durante sus fiestas, para regresar al pasado y "vivir", en cierto modo, en la época de Juan Diego e Isabel. 

Las fiestas reciben el nombre de Las Bodas de Isabel de Segura y este año tuvieron lugar del 19 al 22 de febrero, fecha que apunté en mi agenda más de seis meses antes. Durante estos días, el centro de Teruel se transforma y se viste del siglo XIII para recrear la atmósfera en la que vivieron los Amantes. Las calles engalanadas, niños y mayores ataviados con ropajes de la época, puestecitos y mercadillos medievales por doquier... Y mientras tanto, se representan escenas teatrales de la historia de los Amantes de Teruel.


Sin embargo, aunque la historia de estos enamorados se ha convertido en un símbolo de Teruel, merece la pena visitar muchos otros monumentos. Aquí dejo una pequeña lista de los lugares que recomiendo visitar:

La arquitectura mudéjar de Aragón es un estilo que se puede encontrar fácilmente en varios monumentos turolenses. Se trata de un estilo que me encanta, pues me parece exótico y a la vez tradicional. Este estilo se puede ver especialmente en las escalinatas, las torres y la catedral.


 
 
 

El acueducto renacentista de los Arcos es también un monumento que merece la pena visitar. Está al lado de las murallas que separan el centro del resto de la ciudad y se puede llegar hasta allí tanto en coche como andando.



El viaducto de Teruel une el centro con la parte más moderna de la ciudad. Se pueden encontrar dos viaductos, muy cercanos el uno del otro: uno de ellos es peatonal y está adornado con esculturas de algunos escudos; el otro viaducto, el más actual, está destinado a la circulación de los coches principalmente.



Pasear y callejear por el centro histórico es también una opción muy recomendable. Simplemente para disfrutar de la arquitectura y del ambiente festivo de este fin de semana.



Y, como no, visitar el mausoleo de los Amantes de Teruel para conocer plenamente su leyenda y hacer la visita completa para ver también la Iglesia en la que se encontraron sus cuerpos, el claustro y subir a una de las torres de la ciudad.





En Teruel también se puede encontrar algún edificio modernista como la Casa de Tejidos El Torico, diseñada por un discípulo de Gaudí. Esta se encuentra en la plaza del Torico, monumento emblemático de Teruel.


Diario de viaje: El Burgo de Osma, Soria - España

Tras regresar a casa de mi viaje por Bretaña, he tenido la oportunidad de seguir viajando y hacer alguna que otra escapada a nivel nacional. 
Recientemente, viajé a un bonito lugar de Soria del que llevo escuchando magníficos comentarios desde hace más o menos un año: el Burgo de Osma.

Mi chico, que tiene sangre burgense, nos convenció a unos amigos y a mí para pasar allí un fin de semana, ¡y allá que nos fuimos! Tras un viaje de unas cinco horas por carretera, llegamos, por fin, al famoso Burgo.
Sin embargo, como el viaje nos había dejado exhaustos y ya eran más de las diez de la noche, tras dejar nuestros equipajes en casa, optamos por ir a cenar y dar una pequeña vuelta por sus calles.

A la mañana siguiente, con cámara en mano, salimos a dar un paseo y a conocer el lugar. Una de las cosas más características de las calles más céntricas del Burgo de Osma son los soportales, que no solo sirven de decoración, sino que además nos vinieron de maravilla para resguardarnos de la lluvia; pues en todo el fin de semana no dejó de llover. 








Tras visitar el centro histórico y hacer alguna foto, fuimos a comer al Restaurante Virrey Palafox, muy famoso en el Burgo de Osma, especialmente en estas fechas, ya que se celebran las Jornadas Gastronómicas de la Matanza. El menú que tomamos estaba formado por 22 platos, todos ellos elaborados con cerdo, a excepción de la degustación de postres que cierra la comida. ¡En mi vida había comido tantos platos en una comida! Eso sí: todo, exquisito.

Justo al lado del restaurante, se puede ver el edificio del s. XVI de la Universidad de Santa Catalina, ahora convertido en un hotel termal. Sin embargo, se han conservado la fachada plateresca y algunas estancias, como el claustro interior.




Por la tarde, llegó el momento de visitar la catedral de la Asunción. Puede parecer extraño que un pueblo relativamente pequeño, albergue una catedral de tales magnitudes y de tanta belleza, pero lo cierto es que es un edificio increíble.
La catedral se comenzó a construir en 1232 y se encuentra cerca de uno de los límites marcados por las murallas del Burgo.
Sobre las seis de la tarde comenzamos la visita guiada por el interior. En este caso, recomiendo hacer la visita guiada, porque el guía da muchos detalles sobre la historia de la catedral y sus capillas, pero también sobre el Burgo de Osma. Además, se visitan también estancias a las que no se pueden acceder si no es con el guía.
El interior es precioso, aunque yo, sin duda, me quedo con su pórtico y la torre campanario.

 




El domingo fue nuestro último día en el Burgo de Osma. Aprovechamos la mañana para dar una vuelta por las murallas y seguir el camino que lleva hasta el río. Desde allí, se tienen vistas de una parte de la muralla y de los edificios más altos. Hacia el otro lado, se puede ver también los restos del castillo de Osma, excursión que se quedó pendiente para nuestra próxima visita.
Después de comer, emprendimos nuestro regreso a Valencia. Fue una escapada rápida de fin de semana, pero valió la pena. 







Blogger Traveller de mayo: puertas

¡Hola!
Un mes más aquí estoy con mi entrada del mes de Blogger Traveller. Esta vez, el tema que ha propuesto la administradora de esta iniciativa es "Puertas"; así que he decidido dedicar este espacio a las antiguas puertas de la ciudad de Valencia.
Actualmente, quedan dos puertas de la ya inexistente muralla cristiana que delimitaba la ciudad de Valencia muchos años atrás: las Torres de Serranos y las Torres de Cuarte.
Son bastante parecidas, pero yo me quedo con las Torres de Serranos (quizás sea por las bonitas vistas del antiguo cauce del río Turia y del casco antiguo de la ciudad que se pueden ver desde allí arriba, aunque es una afinidad que tampoco sé explicar muy bien).

De hecho, estas puertas se abrían y cerraban cada día, por eso, cuando alguien llegaba al anochecer y ya estaban cerradas, le tocaba esperar hasta que las abriesen al día siguiente y pasar la noche al raso. De ahí viene la expresión "Quedarse a la luna de Valencia", que es muy utilizada por tierras valencianas.
Además, fue la puerta por la que el rey Jaume I entró a la ciudad de Valencia en el año 1238.

No tengo muchas fotos de este precioso monumento y, como estoy en época de exámenes, tampoco he tenido tiempo de acercarme a hacer algunas fotos para la entrada. Aún así, rebuscando por algunas carpetas de fotos de mi ordenador, he encontrado alguna que otra de las impresionantes torres y de sus vistas  —aunque mucho me temo que no hacen justicia a la preciosidad de este monumento—.
De todas formas, os las dejo por aquí para que le echéis un vistazo ;)











_____________________________________________
¿Qué os parece la iniciativa de Blogger Traveller?
Puedes visitar este y muchos más lugares en Blogger Traveller mayo

Travelling to Salamanca - Video


¡Hola a todos!
Ahora que ya he terminado de publicar las entradas sobre Salamanca, os dejo por aquí el vídeo que grabé durante el viaje. ¡Espero que os guste esta preciosa ciudad!



Diario de viaje: Ávila - España

Nuestra última aventura por Castilla y León fue Ávila.
Salimos por la mañana de Salamanca dispuestos a alejarnos del hielo y la niebla que se acumula en Salamanca durante los días —¡y las noches!— más fríos del año.  

Conforme nos acercábamos a Ávila, la niebla que prácticamente impedía ver las señales de la carratera se fue disolviendo y, cuando llegamos, nos encontramos con un cielo completamente azul y sin ni una nube.



Antes de entrar a la ciudad, paramos en un pequeño mirador que hay a la entrada. Desde allí, vimos la famosa muralla de Ávila que rodea el centro histórico.
Lo primero que hicimos al llegar, fue caminar por las calles empedradas hasta el centro y visitar la oficina de turismo para planificarnos el día. 




La oficina de turismo se encuentra junto a la Puerta de Carnicerías. Allí sacamos las entradas para visitar la Muralla, el mayor atractivo turístico de la ciudad.
Muy cerca de este lugar se encuentra la Catedral, edificio de arquitectura románica tardía y gótica española.




Tras una larga cola de turistas, comenzamos nuestra visita a las murallas.
La Muralla de Ávila fue construida en el siglo XII y es la mejor conservada de España. En la actualidad, tiene 2,5 kilómetros: un recorrido bastante largo, aunque únicamente se pueden visitar dos tramos de la muralla. Lo bueno es que son prácticamente opuestos, así que puedes ver un paisaje diferente desde cada uno de ellos.







Tras recorrer el tramo más largo de la muralla, fuimos a comer. De camino al restaurante, nos encontramos con la iglesia de Santo Tomé el Viejo; en estos momentos, almacén visitable del museo de la ciudad.




La segunda parte visitable de las murallas se encuentra en la Plaza de Santa Teresa. En ella hay inumerables alusiones a la Santa que da nombre a este lugar. 




También visitamos el Convento de Santa Teresa cuyo edificio barroco se encuentra a unas calles de esta plaza y que se alzó sobre la casa natal de la Santa Teresa de Jesús.




Al final, subimos a la segunda parte de la muralla. Como ya he dicho, se trata de un tramo mucho más corto, de apenas unos metros, pero que vale la pena visitar (además, el mismo ticket de visita a las murallas incluye ambas partes, así que hay que aprovecharlo).
Esta vez, como era primera hora de la tarde, no había tanto turista, por lo que pudimos andar un tanto más tranquilos. 

Plaza Adolfo Suárez

Paseo del Rastro

¡Y hasta aquí mi excursión!
Debo decir que me gustó bastante visitar Ávila, sobre todo por ver la muralla, pero se trata de una ciudad bastante pequeña y que puedes visitar en pocas horas; por lo que prefiero mucho más Salamanca. Aún así, no me arrepiento de haber ido a pasar el día y disfrutar de su encanto.



Blogger traveller abril: Agua

Tal y como os conté el mes pasado, me he unido a la iniciativa Blogger Traveller.
Este mes, el tema propuesto es Agua. Agua y Valencia... ¡Qué dos combinaciones tan estupendas! Obviamente, lo primero que me viene a la mente cuando pienso en lugares con agua en Valencia, son sus playas: la playa del Arenal, la playa de la Malvarrosa, la playa del Cabañal... ¡Todas y cada una de ellas son varios de mis lugares favoritos de mi ciudad!
Pero creo que, a estas alturas, todo el mundo sabe ya que Valencia, al igual que toda la Comunidad Valenciana, tiene unas playas maravillosas; así que he decidido dedicar este tema a otro de los lugares con agua de Valencia: L'Albufera.

La Albufera es un parque natural situado en el Palmar, a pocos kilómetros de la ciudad de Valencia. Su nombre se lo dieron los árabes y su traducción vendría a ser algo así como "El pequeño mar".
Es uno de los lugares más representativos de la cultura valenciana ya que sus aguas no solo albergan gran parte de las especies de flora y fauna de Valencia, sino que además, gracias a ella, se obtiene el producto estrella de la comunidad: el arroz. Las aguas de la Albufera cubren los campos de los alrededores cuando se abren sus compuertas, cosa que favorece enormemente las cosechas.
De hecho, este lugar ha sido de inspiración para varias novelas, entre la que destaca Cañas y Barro, de Vicente Blasco Ibáñez. 



Las casas tradicionales de la zona reciben el nombre de Barracas.





_____________________________________________
¿Qué os parece la iniciativa de Blogger Traveller?
Puedes visitar este y muchos más lugares en Blogger Traveller Abril

Diario de viaje: Puente romano y Huerto de Calixto y Melibea. Salamanca (parte 6) - España

Retomando mi viaje por tierras salmantinas, mi siguiente visita fue al Puente Romano. Afortunadamente para todos nosotros, a pesar de ser por la tarde, había salido el sol; así que la sensación de frío era mucho menor. ¡Menos mal!

El Puente Mayor del Tormes cruza el río Tormes y conecta el centro de la ciudad con las afueras. Fue construido en el siglo I de nuestra era, bajo el dominio del Imperio Romano.
No cruzamos al otro lado del puente porque yo estaba empeñada en ir al Huerto de Calixto y Melibea, pero aprovechamos para hacer algunas fotos.





Bordeando las murallas de la ciudad, nos encontramos con el museo Art Nouveau y Art Déco de Salamanca, que se conoce con el nombre de Casa Lis.



La siguiente visita de la tarde fue a Las Cuevas.
Digamos que en realidad nos las encontramos intentando averiguar por dónde se entraba al famoso huerto que andábamos buscando y que no hacíamos más que bordear, muralla arriba, muralla abajo, sin encontrar la entrada (todo sea dicho); pero ya que estábamos allí, aprovechamos para visitarlas.
En su origen, estas cuevas fueron la cripta de la Iglesia de San Cebrián; aunque según la famosa leyenda que ha dado lugar a varias obras literarias, esta cueva es el lugar donde el Diablo, disfrazado de Sacristán, impartía clase de ciencias oscuras y magia a siete alumnos durante siete años, tras los cuales, uno de los discentes debía quedar para siempre a su servicio. Curiosa historia, ¿no?




Finalmente, encontramos la entrada del Huerto de Calixto y Melibea —¡Al fin!—.
En realidad, simplemente se trata de unos jardines que han recibido ese nombre en honor a la obra literaria de La Celestina: Tragicomedia de Calisto y Melibea, pero que se han convertido en todo un símbolo para lectores y enamorados. Prueba de ello es el pozo en cuyas cadenas las parejas cuelgan los ya mundialmente conocidos "candados del amor", aunque poco tengan que ver con la obra de Fernando de Rojas.





Y así pasamos nuestra última tarde en Salamanca. Como a la mañana siguiente íbamos a Ávila, optamos por ir al hotel antes de medianoche para recobrar fuerzas. Aún así, después de cenar en la Plaza Mayor, dimos un pequeño paseo por el centro de Salamanca para ver los edificios iluminados. Aquí os dejo algunas fotos.