Nuestra primera visita en Ciudad del Vaticano fue, como no, al Museo Vaticano. Nos reunimos con la guía a la entrada del museo y, tras repartirnos los auriculares por dónde ella nos iría explicando y dando indicaciones, entramos al museo. Como son tan grandes, nuestra visita se centraría en las salas y obras más importantes (que es lo que suelen hacer la mayoría de los turistas, ¡ya que ver todo el museo entero puede llevar días!)
La entrada reducida al museo, sin contar la visita guiada, nos costó 8€ a cada uno pero valió la pena.
La guía nos llevó y explicó diferentes salas, el patio octogonal, la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina.
Como madrugamos bastante, fuimos de los primeros grupos en entrar al museo (sobre las 9:10 ya estábamos dentro, habiendo abierto el museo a las 9) cosa que nos dio el privilegio de ver las primeras salas, prácticamente, sin el agobio de otros turistas. Aunque este privilegio se esfumó al entrar en la Basílica de San Pedro.
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Entrada de los Museos Vaticanos |
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Jardines del patio octogonal a la entrada del Museo Vaticano. |
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Estatua de mármol en el patio del Museo Vaticano |
El museo, sinceramente, me pareció increíble. Hay obras de arte por doquier: pinturas, arquitectura, estatuas de mármol o piedra, libros y antiquísimos objetos. Ésto es a tan gran escala que los museos y todo el arte por lo que es conocida
Florencia hacen que en comparación, Florencia sea una décima parte de todo lo que se puede encontrar en los Museos Vaticanos.
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Pequeña cúpula en uno de los pasillos del museo |
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Turistas fotografiando la cúpula de la imagen anterior |
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Pasillos del Museo Vaticano |
Entre todas las obras y pinturas, la que más captó mi atención fue
La escuela de Atenas de Rafael, en
la estancia de La Signatura de Rafael. Dicha obra representa la Verdad revelada y la Verdad racional y está protagonizada por diferentes filósofos de la Antigua Grecia como Platón (con rasgos de Leonardo da Vinci), Aristóteles, Sócrates o Pitágoras. Además, el pintor, también introdujo en la obra su propio autorretrato.
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La Escuela de Atenas, Rafael |
Como decía antes, visitamos el interior de la Basílica de San Pedro, situada sobre la tumba del apóstol San Pedro y también las Grutas Vaticanas (donde están los restos de la mayoría de los Papas de la Iglesia Católica) y la conocida Capilla Sixtina.
La Capilla Sixtina me pareció una sala más. Sí, puede pareceros extraño, pero después de ver tanto arte y de tales magnitudes por doquier, las pinturas de la mayoría de las salas no tenían nada que envidiar a la Capilla Sixtina. -Aunque claro, ésta es la opinión de una aficionada, no de un experto-.
Para mi sorpresa, en estos dos últimos lugares no estaba permitido hacer fotografías ni vídeo, por eso, solamente puedo mostraros la Basílica de San Pedro.
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Basílica de San Pedro |
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Exterior de la Basílica de San Pedro |
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Plaza de San Pedro |
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En una de las fuentes de la Plaza de San Pedro |
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Algunos de mis amigos y yo en la Plaza de San Pedro, descansando junto a las columnas dóricas tras una larga mañana en los Museos Vaticanos. |
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Junto al obelisco de la Plaza de San Pedro |
Chelo Caballero
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Si estás planeando tu viaje a Ciudad del Vaticano,
te recomiendo que visites el siguiente enlace:
Qué ver en el Vaticano
Los Museos Vaticanos son indispensable para cualquier visita a Roma, pero también lo es pasear, pasear y pasear, perderse por los barrios y encontrarse una trattoria de las de toda la vida y comerse una pizza a la piedra con un buen vino, ummmm
ResponderEliminarSaludos viajeros
Desde luego, los barrios y las trattorias de Roma son indispensables. ¡Incluso probar el helado italiano artesanal!
EliminarSaludos