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Diario de viaje: Disneyland Paris - Francia.



El tercer día de nuestra estancia en París lo dedicamos a volver a ser niñas... ¡Visitamos Disneyland Paris!

Nos levantamos bastante temprano para poder coger los metros y el tren pertinentes. Siendo honestas, no teníamos muy claro cómo llegar hasta Disney, pero habíamos cogido un folleto de información el día anterior en las taquillas del Batobus, así que únicamente nos limitamos a llegar a la estación en la que salían los trenes que decía dicho folleto. Eso sí, antes de coger el tren, un operario del metro nos ayudó a sacar los billetes de tren de ida y vuelta al parque de atracciones.

Tras una hora y media que pasó entre metros y trenes, llegamos a nuestro deseado parque de atracciones.
No habíamos sacado las entradas previamente, así que tuvimos que hacer algo de cola en las taquillas. En un principio, nosotras solamente queríamos entrada para uno de los parques de atracciones, el de Disneyland, porque como apenas íbamos a estar una jornada, tampoco queríamos dejarnos demasiadas cosas por ver. Sin embargo, la mujer de la taquilla, tras varios intentos nuestros de preguntar y olvidando un poco las buenas formas, nos dijo que los fines de semana era obligatorio sacar la entrada doble; por lo que no solo acabamos con la entrada para Disneyland, sino también para Walt Disney Estudios. Quizás, de haberlo sabido, habríamos ido entre semana.






Disneyland fue, de los dos parques, mi favorito. Nada más llegar nos pusimos unas orejitas de Minnie Mouse y ya no nos las quitamos en todo el día. Bueno, excepto para subir a las atracciones más fuertes y a las montañas rusas, claro.

Pasear por las calles de este parque temático es como si estuvieras en un país de cuento. Parece que los escenarios de las películas de Disney que todos hemos visto de pequeños existan de verdad.
El parque de Disneyland se divide, además, de diferentes zonas en las que las películas de Disney están agrupadas según la temática de cada una de ellas. Mi atracción favorita fue Space Mountain: Mission2, en la que incluso repetimos por la tarde. La primera vez subí un poco asustada y medio obligada por Mari y Mery; pero reconozco que es una de las mejores montañas rusas a las que he subido nunca.









Aún así, mi zona favorita fue la de Fantasyland. El parque no vale la pena solamente por sus atracciones, ya que los escenarios y jardines son preciosos y recrean en todo momento la atmósfera Disney.









Al final, como también teníamos la entrada para ir a Walt Disney Estudios —y tras una avería en dos de las atracciones en las que pensábamos repetir— decidimos dejarnos caer por este parque de atracciones durante un par de horas. En mi opinión, como ya he dejado entrever antes, es mucho mejor el de Disneyland; pero si vais a estar en Disney más de un día o si tenéis la entrada para los dos parques (como nos ocurrió a nosotras), no dejéis de ir. 

Las instalaciones de Walt Disney Estudios no son tan elaboradas como el otro, pero sigue estando igual de cuidado. Hay también varias zonas en las que te enseñan cómo se ruedan las películas o cómo se añaden los efectos especiales, aunque nosotras únicamente subimos a un par de atracciones y estuvimos paseando un rato por las inmediaciones a estas.







Sin embargo, al volver a coger el metro, nos esperaba una sorpresa un tanto desagradable con los billetes de las líneas de metro y tren; pues el operario de metro que nos ayudó para sacar los billetes de tren de ida y vuelta a Disney resultó no estar del todo puesto en el tema: le dijimos que queríamos los billetes de tren de ida y vuelta a Disney y él mismo nos ayudó a sacarlos. Sin embargo, una vez salíamos del parque temático al final del día, la máquina nos decía que el billete no era el adecuado, por lo que pitaba cada vez que intentábamos validarlo. Menos mal que una familia española que acababa de llegar a Disney tras su visita a París nos ofreció sus billetes válidos durante 24h y pudimos volver a casa sin tener que pagar otra vez.

Independientemente del "incidente" con los billetes de tren —y digo incidente por llamarlo de algún modo, ya que al final se solucionó sin tener que reclamar en la ventanilla de atención al cliente—, ¡fue un día estupendo!



1 comentario

  1. ¡Qué alucineeee! No he estado en Disneyland Paris pero debe de ser taaan mágico! Como tú dices, y como se puede ver en las fotos, recrea muy bien la atmósfera Disney! Imagínate vivirlo... =)
    Qué mala suerte lo de los billetes!! Eso me recuerda un poco a lo que me pasó en un tren de Nápoles a Roma... que la mujer que nos ayudó a sacarlos tampoco resultó estar muy puesta en el tema jaja. O eso o no quería ayudar demasiado... Pero menos mal que la familia española os echó un cable, qué almas tan caritativas! =D
    Me ha gustado mucho la entrada de hoy ^^

    Un beso, Chelo!

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